Hoy planteamos el proceso de transformación digital de las empresas como una pura gestión del cambio y como tal, hemos de admitir que la resistencia a ese cambio existe y va ser una realidad que debemos tener en cuenta y trabajar sobre ella.
Resistencia a la transformación digital
Resumen del post:
¿Cómo podemos luchar contra esa resistencia?
En primer lugar debes conocer los paradigmas que existen en tu organización y que con toda seguridad van a lastrar todo este proceso.
Conocerlos significa entenderlos y, a partir de ahí, podemos reforzarlos, apartarlos si nos estorban, anularlos si ya no sirven y abrir la mente de las personas para aceptar todo lo nuevo que debemos incorporar.
Para tener un guión sobre el que poder apoyarnos y superar de una manera más fácil esta resistencia podemos utilizar las teorías ya existentes sobre la gestión de cambio.
Algunas referencias que te podrían ser útiles son:
- La teoría de Kübler-Ross y El ciclo del cambio,
- La teoría de Shewhart en Planificar, Hacer, Verificar y Actuar.
- La teoría de Lewin con sus Campos de fuerzas.
- La teoría que nos ha servido para construir el guión de las entregas de La Ventana Digital: la teoría de Kotter sobre el cambio en ocho pasos,
- También resulta interesante Janssen y Las cuatro habitaciones del cambio,
- La teoría de Burke y Litwin y Los impulsores del cambio,
- Y Egan con La teoría del lado oscuro o bien la de Kanter sobre Los maestros del cambio.
Todas ellas seguro que pueden ser nuestras herramientas para trabajar en esa tarea de la resistencia al cambio.
A la hora de acometer el cambio lo haremos por evolución natural, por revolución o programando nuestros pasos para conseguir el objetivo al que nos dirigimos en el tiempo que esperamos y al coste que podemos permitirnos.
Ten en cuenta que las resistencias empezaran por no conocer, le seguirá el poder hacerlo y en último lugar la actitud de querer hacer el cambio. En este orden debemos acometer nuestra tarea y procurar no echar la culpa siempre a los demás de que no se vaya avanzando como necesitamos y como queremos.
Por tanto, si sabemos, si podemos y si queremos, no hay excusas para no hacerlo y si es sin ruido mejor.
No se trata de llevar a cabo el cambio solo para parecer, sino también para poder ser, y en el tiempo y por comparativa podremos decir:
¡Cómo ha cambiado esto!
Artículo original de Bienvenido Martínez y el departamento de comunicación de la Escuela de Negocios IDE-CESEM