La profesión del futuro es ser “transformista”; aprender a transformar tu carrera profesional y tus habilidades para adaptarte a un nuevo escenario laboral.
El mercado laboral está cambiando cada vez más deprisa. La situación económica “aprieta” a ciertos sectores y los lleva a decrecer, y por el contrario, otros nuevos emergen y crecen; esto supone para cualquiera de nosotros estar muy atentos y abiertos a los cambios que puedan acontecer.
La carrera profesional en la generación de nuestros abuelos consistía en entrar de mozo de almacén y con el paso de los años, el esfuerzo y el aprendizaje, se podía llegar a ser Director de Logística. Esta generación crecía profesionalmente con la empresa.
Hoy eres Director de Logística, puesto al que has accedido con carrera, un máster y al menos dos idiomas, y quizás mañana ya no estás en ese puesto porque el mercado ha impactado en el sector haciéndolo decrecer.
Evidentemente no todas las profesiones y sectores les suceden estas cosas; pero sí es razonable pensar que hay profesiones y/o sectores que requieren un aprendizaje y una transformación hacia una nueva profesión.
Escucho a mí alrededor, a amigos, colegas y personas que su trayectoria profesional “se ha transformado” empujada por los cambios en el mercado; María antes era aparejadora, ahora es profesora de música en un instituto; Antonio era visitador médico, ahora ha montado su negocio de patines; Alejandro es ingeniero y ahora está en China aprendiendo el idioma y descubriendo una cultura que siempre ha sido fascinante para él.
¿Qué les ha ayudado a este cambio? Convertir su pasión en su proyecto profesional, su ocio en una oportunidad laboral.
¿Cómo lo han hecho?
Resumen del post:
- Han acometido una primera etapa a la que podemos llamar: “Aladino y la lámpara maravillosa”. Esta etapa requiere “frotar” tu experiencia laboral para sacarle brillo.
- Rescatar cada etapa profesional y aprender a contar no sólo lo que SABES hacer, sino también lo que eres CAPAZ de hacer.
- Hablar no sólo de tus funciones, sino de los logros y éxitos cosechados en cada etapa.
- Si pones el foco únicamente en lo que has sido profesionalmente, sólo te etiquetas.
- No es lo mismo decir que eres visitador médico (hablamos de tu puesto y de lo que sabes hacer), que decir que eres vendedor de grandes cuentas en el sector farmacéutico representando un 25% de la cuota de mercado y alcanzando crecimientos de un 7% anual sobre objetivos.
Este análisis sobre lo que has conseguido es una inyección que fortalece tu autoconocimiento, amplía la perspectiva de tus capacidades y competencias, y consolida tu perfil profesional. Sabes de lo que eres capaz y hasta dónde puedes llegar al margen del puesto que vayas a desempeñar.
- Una segunda etapa: “¿Visión o sueño?”
“Una visión sin acción es un sueño, acción sin visión no tiene sentido, una visión con acción puede cambiar al mundo” (Joel Arthur Barker)
Sueño: es un deseo sin probabilidad de realizarse, que sirve para justificar por qué no estoy realmente comprometido con lo que hago. Es una visión de futuro sin acción y si lo reconocemos como un sueño nos limitará, pues así lo aceptaremos. Un sueño más una fecha (compromiso) se convierte en visión.
Visión: es el resultado de nuestros sueños en acción. La diferencia entre un sueño y una visión es la acción. Si sabes lo que quieres, pon en marcha el plan de acción necesario para alcanzarlo.
Me encuentro con muchas personas que me cuentan su “trabajo ideal” (su sueño) pero no han realizado ni una sola acción para saber ni siquiera si existe.
La visión tiene un coste que en ocasiones no siempre estamos dispuestos a pagar. A veces lo que quiero se aleja mucho de lo que llevo en “mi mochila” profesional y me requiere mucho esfuerzo, tiempo o una inversión económica considerable. Carolina llevaba más de 15 años trabajando en Marketing y su vocación era estudiar Biológicas y trabajar con perros. Evidentemente el “coste” de consecución de su objetivo en tiempo de estudio e inversión personal era elevado, pero su pasión le pudo más.
Esta etapa requiere evaluar los pros y contras que ese cambio de profesión me está pidiendo; en algunos casos es tan solo una evolución y en otros una verdadera transformación. Contemplar variables como el tiempo que voy a necesitar para llegar a mi objetivo, si necesito formación, si puedo soportar económicamente esta transición, si emocionalmente podré aguantar o incluso qué impacto puede tener esto en mí y en mi familia, es importante.
- Hay una tercera etapa, a la que llamaremos simpáticamente: “Sherlock Holmes”, yaque es la etapa de investigación. Eso que quiero: ¿existe en el mercado?, ¿es un mercado creciente?, ¿dónde reside la oportunidad?, ¿cómo lo llevo a cabo?, ¿qué información tengo disponible?
En esta etapa de investigación es cuando descubres si puedes convertir tu ocio en tu oportunidad profesional. Analizar el sector, las oportunidades laborales y la realidad puede que te haga darte cuenta que es un sector en decrecimiento.
Es muy importante el saber qué es lo que quieres hacer con tu vida o qué te apasiona. Por lo general nadie se ha molestado en acercarse a ti a decirte: “Y a ti, ¿qué te gustaría hacer?” Y no me refiero a qué carrera quieres estudiar, sino qué es lo que querrías hacer en tu puesto laboral ideal, qué necesidad necesitas satisfacer para ser feliz.
Pero esto es algo de lo que te das cuenta cuando llevas mucho tiempo buscando, y saberlo es solo el principio de la escalada a llegar a poder trabajar de eso y no de otra cosa.
¿Cómo encontrar algo nuevo que hacer profesionalmente?
Rescatar lo que te apasiona, lo que haces en tu tiempo libre y te llena de energía, puede ser la forma de transformar tu ocio en una oportunidad laboral. Y así convertir esa pasión en energía y motor de la transición.
ESTEFANÍA YOME
Es licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid. Coach Profesional certificada por Lider-Haz-Go, Madrid. Miembro de ICF y AECOP. Su trayectoria profesional se ha desarrollado en el ámbito del marketing en LEXMARK INTERNATIONAL, INTERGRAPH ESPAÑA, y MONDIAL ASSITANCE.